Ha sido aprovechada para la realización de producciones audiovisuales, desde comerciales de televisión, videoclips de agrupaciones artísticas y recitales, lo que la ha convertido en una locación simbólica ubicada en pleno desierto de Atacama.
Gracias al entusiasmo de cientos de personas, que ayudaron a construir esta insigne obra, el ex alcalde de la comuna, Floreal Recabarren, entregó al creador de la escultura el máximo reconocimiento que otorga el municipio: las llaves de la ciudad.
Hoy, Corporación PROA mantiene operativos anuales de limpieza de la figura y hermoseamiento de su entorno donde cientos de turistas han registrado momentos junto a esta imagen que emerge desde la soledad del desierto.